Lanzarote
Lanzarote la isla negra, Reserva de la Biosfera por la UNESCO
Lanzarote, la isla negra, posee el paisaje más singular del archipiélago canario, paisaje lunar rodeado de lava y de volcanes. En 1987, Lanzarote fue declarada uno de los 6 modelos universales de desarrollo sostenible por la Organización Mundial del Turismo (OMT) y en 1993 fue declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO.
Lanzarote cuenta con 10 espacios protegidos, entre los que destaca el Parque Nacional de Timanfaya, que abarca 30.000 hectáreas de espectaculares paisajes volcánicos. El Parque de Timanfaya, visita obligada, es famoso por su ruta de los volcanes, donde su majestuosidad multicolor y su naturaleza volcánica son evocadoras del inicio del mundo. Visita imprescindible. Al norte de la isla encontramos un grupo de islotes que reciben el nombre de Archipiélago Chinijo, lo forman La Graciosa, Alegranza, Montaña Clara, Roque del Este y Roque del Oeste. La Graciosa, una de las joyas más singulares de Canarias, donde admirar paisajes espectaculares y disfrutar de su naturaleza virgen. A ésta pequeña isla se puede ir en ferry en 20 minutos, es ideal para bañarse o pasear en una de sus grandes y solitarias playas de agua cristalina y turquesa, como por ejemplo la Playa de Las Conchas, La Francesa o Playa Cocina. La Graciosa, forma parte de la Reserva de la Biosfera de Lanzarote.
La mejor vista de la isla de La Graciosa. El mirador del Río, en el norte de Lanzarote, es una obra de arte sobre la cima de un imponente acantilado. Mirando al norte desde su amplia barandilla aparecen tres pequeños islotes –el archipiélago Chinijo–, separados de Lanzarote por el estrecho que da nombre al mirador. El mayor de ellos es La Graciosa, que presume de conos volcánicos perfectos y de una amalgama de colores ocres y ‘beige’. El conjunto de los islotes, el mar, el cielo y la profundidad del acantilado transmite amplitud y libertad.
Su clima con 22º C de temperatura media todo el año y sus atractivas playas, como Papagayo, Playa Blanca, Arrieta ó Guacimeta, son motivo para volver cada año aunque sea pleno invierno.
Con atractivas playas como Papagayos, Playa Blanca, Arrieta, Famara o Guacimeta
Su arquitectura popular, llena de luminosidad contrasta sus caseríos blancos con carpintería en verde sobre una superficie negra de lava volcánica. Si Lanzarote ha conservado su encanto ha sido gracias al artista lanzaroteño César Manrique, que supo conjugar y resaltar la naturaleza con la arquitectura del lugar de forma armoniosa y especial, convirtiendo a Lanzarote en una tierra única. El crecimiento urbanístico está limitado y el 90% de suelo de la isla está protegido.
César Manrique es el referente del arte canario moderno. Hombre de mundo, fue Lanzarote, su isla natal, el lugar que, sin ninguna duda, más influyó en su manera de interpretar el arte y donde dejó su mayor huella. Pionero del ecologismo, su extraordinaria visión de la relación entre la naturaleza y el hombre impregna la gran mayoría de su obra. A lo largo de todo el archipiélago encontramos cómo su arte es un homenaje a las Islas Canarias y a su tierra natal. Pequeños rincones que hablan por sí solos y que se pueden visitar para conectar de manera profunda con el entorno.
Imprescindible visitar: El Mirador del Rio (desde donde se puede ver desde arriba la isla de la Graciosa), Los Jameos del Agua, La Cueva de Los Verdes, El Jardín de Los Cáctus, Los Hervideros, El Golfo, Las Salinas, La Fundación César Manrique en Teguise y Arrecife, su capital. A pesar de la escasez de las lluvias, Lanzarote reune las condiciones necesarias para la viticultura, produciendo vinos de excelente calidad como su famoso Malvasía de fino aroma y carácter. Lanzarote ofrece inmejorables oportunidades de combinar el deporte con el disfrute de la naturaleza. Actividades como el windsurfing, la vela, el esquí náutico, la pesca deportiva, el submarinismo, la hípica, el ciclismo, el buceo, el golf ó el senderismo. Deje el estrés y las preocupaciones en la puerta de embarque y ponga rumbo a un destino lleno de energía y relajante a la misma vez. Ponga rumbo a Lanzarote.
Gracias a César Manrique, Lanzarote ha conservado su encanto, conjugando y resaltando la naturaleza con la arquitectura
En la zona central de la isla de Lanzarote, entre el pintoresco pueblo de Uga y el pueblo de Masdache nos encontramos un curioso valle recubierto por lavas de la erupción de 1730-36: La Geria. Un paraje natural protegido que ocupa una superficie de 5.255,5 hectáreas. Una de las estampas paisajísticas más imponentes de Canarias, donde el esfuerzo humano ha sido capaz de sembrar viñas en hoyos excavados en las propias cenizas volcánicas muy bien protegidas, una a una, viento a través de pequeños muros semicirculares de piedra.
Una zona que se ha beneficiado del contraste de temperaturas y humedad para ofrecernos no solo una de los más bellos paisajes de Lanzarote sino también de la uva que acabará en los excelentes vinos Lanzaroteños.
ACTIVIDADES RECOMENDABLES:
Alquiler de Yates:
Excursiones zona Norte:
Cueva de Los Verdes
Jameos del Agua
Jardín de Los Cáctus
Mirador del Rio
Isla de La Graciosa desde Órzola
Arrieta
Excursiones zona centro:
Fundación César Manrique
www.fcmanrique.org
Casa Museo del Campesino
http://www.fcmanrique.org/museo.php?fl=1
Museo Internacional de Arte Contemporáneo Castillo de San José
Excursiones zona sur:
Ruta de Los Volcanes: Parque Nacional Timanfaya (Montañas del Fuego)
Playa de Papagayos
Playa Blanca
Las Salinas